Se pretende   conseguir la correcta valoración del derecho de asociación para consolidar el sistema democrático en el que vivimos. Atender a los deberes y derechos constitucionales de los ciu­dadanos y las ciudadanas, tratando de despertar una conciencia de población activa dentro de la sociedad civil democrática. La liber­tad individual, la convivencia y la participación ciudadana en sociedad se encuentran en conti­nua fricción, por lo que la formación ética del individuo es esencial para lograr una comunidad plural, abierta y tolerante, pero tam­bién justa, segura. Procurando el respeto y la comprensión necesarias para favorecer su integración social, cultu­ral y económica en el desarrollo de las asociaciones.

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