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3. Actividad a través de un debate.

  1. Definir el tema del debate 

Se debatirá sobre las atribuciones que tenía el monarca en la Constitución de 1812, comparándolas con las correspondientes a la Constitución de 1978.     

        2. Definir la finalidad del debate 

La finalidad del debate es comprender las diferencias entre las atribuciones de la monarquía de Fernando VII y de Juan Carlos I. En el primer caso mayores que en el segundo. Por lo tanto la capacidad de gobernar de Fernando VII era superior a la función simbólica de Juan Carlos I y de Felipe VI. Precisamente eso muestra que no se trataría de monarquía parlamentaria, sino de lo que se conoció como monarquía constitucional. Pese a que la intención real de Fernando VII, que se evidenció poco después de su llegada al poder, era el retorno a la monarquía absoluta. 

       3. Búsqueda de recursos para preparar el debate 

Se presentan como recursos para el debate materiales que se pueden hallar en internet. Cabe destacar: 

http://www.cepc.gob.es/docs/boletindocumentacion1-24/21_boletin.pdf?sfvrsn=2  

https://www.elconfidencial.com/mundo/2014-06-09/donde-estan-y-como-funcionan-las-principales-monarquias-del-mundo_142768/

      4. Establecimiento de los criterios de evaluación

Para proceder a la evaluación se tendrá en cuenta la participación en el debate, así como su preparación. En varios grupos los docentes tratarán de planear sobre los distintos conceptos que se manejarán en el debate. El resultado de este trabajo grupal se presentará al ponente de forma previa a la realización del debate, por lo que podrá valorarlo, junto con su participación durante el debate.

       Comentarios.

Se pretende que la comparación entre las constituciones de 1812 y 1978, en lo que respecta a la monarquía, muestre una España en los inicios del liberalismo frente a la que trata de lograr un acuerdo tras una larga etapa dictatorial. La monarquía de Fernando VII dificultó la llegada del sistema parlamentario a España, precisamente porque no deseaba tener ningún contrapeso a su poder, y en cuanto tuvo ocasión dejó sin efecto la constitución de 1812. Sin embargo, la constitución de 1978 es muy clara en lo que respecta a dejar sin poder efectivo al monarca, otorgándole solo un carácter simbólico. La mayor parte de la población española deseaba salir de la dictadura franquista con un régimen en el que nadie concentrara un poder excesivo. Por lo tanto al jefe del Estado se reservaría un carácter simbólico, muy alejado de Franco y de Fernando VII.