5. La transformación de la sociedad española con la regulación constitucional de la libertad de empresa
- El aislamiento internacional junto al proteccionismo había sido la característica de nuestra economía durante el franquismo que intentó limitar o eliminar cualquier competencia externa, consolidando un modelo autárquico que encontró convicción ideológica en la idea del nacionalismo autosuficiente que desconfiaba del mercado y ensalzaba, en su lugar, el papel del Estado como órgano regulador de la actividad e impulsor de los intereses nacionales, lo que en la práctica suponía el fomento sólo de aquellas industrias que el régimen consideraba de interés nacional desde criterios autoritarios y arbitrarios que únicamente favorecían a las élites del régimen. Se generó un sector industrial fuertemente protegido y, por tanto, escasamente competitivo, con unos costes de producción crecientes y una notoria ineficiencia.
- Por tanto, el régimen democrático recién estrenado en 1978 se enfrentaba a graves problemas políticos, sociales, y económicos que hacían primordial la regulación constitucional de la libertad de empresa que tenía el reto de terminar con el control férreo que el Estado franquista había ejercido sobre todas las actividades industriales debido a que estableció un sistema de autorización previo, por el que las industrias necesitaban un permiso gubernamental para poder abrir o realizar modificaciones en sus instalaciones, las autoridades denegaban o autorizaban las solicitudes de los industriales, no en función de unas reglas previas, claras e iguales para todos, sino basándose en los criterios que en cada momento estimaban convenientes.
- La regulación constitucional de la libertad de empresa vino a derogar definitivamente esta regulación que había convertido al Estado franquista en una red de intereses. El ejemplo más paradigmático de este férreo control de las actividades empresariales durante el franquismo fue Telefónica que tras la entrada en vigor de la liberta de empresa comenzó un largo proceso de desmantelamiento de este monopolio dando paso un mercado abierto para las telecomunicaciones en España que significó toda una revolución para las comunicaciones en España donde el proceso de liberalización fue ya imparable.