La LO 11/95, de 27 de noviembre, de abolición de la pena de muerte en tiempo de guerra, derogó por completo la pena de muerte, pero, bien es verdad que es necesaria la abolición de rango constitucional para que desaparezca de manera clara y en todas las circunstancias, por que seguimos teniendo en el Art. 15 CE la salvedad de: “… lo que dispongan las leyes militares en tiempos de guerra.”
La pena de muerte va en contra de la dignidad del ser humano así como de todos y cada uno de los derechos humanos que la concretan.
España ha ratificado todos los Tratados Internacionales que promueven la abolición de la pena de muerte incluidos el Convenio Europeo de derechos humanos y la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea. En la actualidad y con el impulso de estos instrumentos normativos internacionales, prácticamente todo el continente europeo rechaza la pena de muerte y, el resto del mundo va avanzando en esta dirección impulsado, principalmente, por el Consejo de derechos humanos de Naciones Unidas.